ACTUALIDAD NACIONAL |
¿Continuidad
o ruptura con el programa neoliberal? |
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Un
conjunto de hechos producidos en la última semana nos dicen de la
desesperación derechista por sacar la economía del próximo debate
electoral. Pedro Pablo Kuczynski, próximo según parece a dejar la
cartera del MEF, organiza un evento internacional, supuestamente sobre
economía pero en realidad con cierto tufillo religioso, cuyo único
mensaje, mismo pensamiento único, es que el modelo neoliberal no se
puede cambiar. Los medios dicen que tanto Alan García como el mismo
Kuczynski habrían estado negociando para ir en una plancha
presidencial, aunque ellos lo desmintieron al día siguiente en esos
medios. Jorge del Castillo dijo, sin que le temblara la voz, en el
evento de Kuczynski, que el APRA se comprometía darle continuidad al
modelo económico. ¿Qué dirá Mauricio Mulder al respecto? Augusto
Alvarez Rodrich señala, sin mencionar la fuente, que únicamente
“cierta izquierda” no estaría por la continuidad neoliberal y que
sus propuestas son “disparates”. Definitivamente hay una operación
en curso que busca imponer, como ya dijimos, una agenda al debate
electoral, en la que la no debe estar el modelo económico.
Esta necedad
reaccionaria tendría algún sentido si a la economía le fuera bien en
este país. Y claro, a los seguidores a pie juntillas de la forma
neoliberal de ver las cosas, les basta con el crecimiento tenido en los
últimos años, sin analizar su composición, para decir que la economía
marcha bien. No importa que no produzca empleo, que continuemos con una
pobreza mayor que hace veinte años y con la desigualdad social,
verdadera bomba de tiempo en el Perú, peor también que dos décadas
atrás. En economía este gobierno es un fracaso como lo fueron en su
tiempo Fujimori y Montesinos. Y la principal razón para la frustración
democrática que vivimos en la actualidad es la continuidad con el
programa económico neoliberal que en su momento impuso la dictadura de
la década pasada. No caben aquí los artilugios de algunos expertos,
como Enrique Iglesias del BID, que recomiendan salvar lo bueno y cambiar
lo malo. Estamos como estamos porque ha habido un enfoque económico
malo, punto. Desde un nuevo enfoque podremos rescatar las bondades de la
economía de mercado para ponerla al servicio del desarrollo de nuestros
países, no al revés.
Los disparates que
le preocupan a Alvarez Rodrich no son otra cosa que la necesidad urgente
de desarrollar al Perú para que sus habitantes tengan trabajo digno y
no sigamos con esas estadísticas oprobiosas que señalan que un 77% de
limeños se irían del país si pudieran hacerlo. La situación actual
la ha causado el modelo neoliberal, bajo dictadura y democracia, no ningún
populismo o heterodoxia que se nos pudiera ocurrir. Además, no se trata
de ninguna fórmula mágica que pase por alguna cabeza caliente. Con
matices, Argentina, Brasil, Venezuela y Chile, desarrollan políticas de
mercado con un profundo contenido social y se distancian de entender la
economía exclusivamente como negocios rápidos para los amigos de
turno.
Es curioso, pero los
medios se esfuerzan por reseñar el consenso existente entre algunos de
ellos y contados personajes de la clase política. ¿Qué pasaría si
quisieran reseñar otras opiniones sobre la política económica como
las de los movimientos sociales o los pueblos del interior? Seguramente
su consenso volaría por los aires y tendrían que buscarse otro país
para sustentar los titulares.
De aquí al debate
electoral mismo quizás no quede otra cosa que hacer un esfuerzo de
ampliación de esta escena pública con voceros de nuevos sectores para
que pueda, efectivamente, haber un debate plural. De lo contrario, el
elector verá drásticamente reducidas sus posibilidades de información
y la derecha tendrá condiciones para manipularlo y hacer que algún
improvisado vuelva a vendernos sebo de culebra. |
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Lima - Perú - 2005