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Carta de Michael Moore a Bush


Viernes 2 de setiembre , 2005 

 
Querido señor Bush: 
 
¿Tiene alguna idea de dónde están nuestros  helicópteros? Es el quinto día después del huracán Katrina y miles permanecen varados en Nueva Orleans, necesitando ayuda aérea. ¿Dónde diablos puede usted haber puesto todos nuestros helicópteros militares?
 ¿Necesita ayuda para encontrarlos? Una vez perdí mi carro en el parqueo de Sears. Vaya, eso fue todo un problema. 
 
Además, ¿tiene alguna idea de dónde están los soldados de nuestra Guardia Nacional? Podríamos usarlos ahora mismo para que cumplan con una de las tareas para las que se enrolaron, como ayudar en los desastres nacionales. ¿Por qué es que no estuvieron allí desde un inicio? 
 
El jueves pasado estuve en el sur de Florida, caminaba por la calle cuando el ojo del huracán Katrina pasó sobre mi cabeza. Sólo estaba en la etapa 1, pero fue terrible. 11 personas murieron y, como ahora, están sin poder usar sus hogares. Esa noche el meteorólogo dijo que esta tormenta estaría sobre Nueva Orleans el martes. ¡Eso fue el jueves!
 ¿Alguien se lo dijo? Sé que usted no quería que nadie interrumpa sus vacaciones y sé también que no le gusta recibir malas noticias. Además, usted tenía muchos recaudadores a lo que acudir y madres de soldados muertos a las que ignorar y difamar. ¡Y vaya que lo hizo! 
 
Me encantó en especial cómo, un día antes de lo sucedido con el huracán, usted voló a San Diego , a una fiesta con sus compañeros de negocios, en vez de ir a Louisiana. Pero no deje que la gente lo critique por eso. Después de todo el huracán ya terminó. ¿De qué le hubiera servido poner su dedo en el dique? 
 
Tampoco escuche a todos aquellos que, en los días que vendrán, le revelarán cómo redujo especialmente el presupuesto del Cuerpo de Ingenieros de la Fuerza Armada de Nueva Orleans este verano, por tercer año consecutivo. Sólo dígale que incluso así usted no hubiera cortado el dinero para arreglar esos diques, no hubiera habido ningún ingeniero de la Armada para  repararlos, ya que usted los tiene realizando un trabajo de construcción mucho más importante, CONSTRUIR LA DEMOCRACIA EN IRAK. 
 
El tercer día, cuando finalmente volvió de sus vacaciones, debo confesar que me conmoví al ver cómo su piloto de la Fuerza Aérea descendió de las nubes y sobrevoló Nueva Orleans para que usted pueda dar un rápido vistazo al desastre. Oiga, comprendo que usted no podía parar, tomar el toro por las astas, permanecer sobre los escombros y actuar como el comandante en jefe. Se tendría que haber estado allí para hacerlo. 
 
Algunos tratarán de politizar esta tragedia e intentarán usarla en su contra. Pero uested
 manténgase en su rumbo. No responda a nadie. Incluso a esos científicos molestos que predijeron que una tormenta como esta era inevitable debido al cada vez más elevado calentamiento de las aguas. Ignore a esos gallinas y su "calentamiento global". No hay
 nada de inusual detrás de un tornado F4 que mida de Nueva York hasta Cleveland. 
 
No, señor Bush. No cambie. No es su culpa que el 30% de Nueva Orleans viva en la pobreza, y que decenas de miles personas no tengan gasolina para salir de la ciudad. Vamos , ¡son negros! Es decir, no es como si esto hubiera ocurrido en Kennebunkport. ¿Se puede imaginar dejar gente blanca viviendo en sus techos por 5 días? ¡No me haga reír! ¡La raza no tiene nada  - NADA- que ver en este asunto! 
 
Manténgase firme, señor Bush. Basta con que trate de encontrar unos pocos helicópteros del Ejército para enviarlos allí. Hágase cuenta de que Nueva Orleans y la costa del golfo están cerca de Tikrit (Irak). 
 
Suyo 
 
Michael Moore

 

 

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