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¿Qué esconde la marcha contra las FARC
y por qué no incluye a los paramilitares?

 

 

 

Alvaro Campana Ocampo (Perú)


El espiral incontrolable de violencia que vive Colombia, es fundamentalmente responsabilidad de la oligarquía colombiana, de los políticos que la sirven y que se hallan aliados al paramilitarismo y el narcotráfico como su presidente Álvaro Uribe Vélez, y que a su vez produce desplazamientos sangrientos de población civil para favorecer megaproyectos transnacionales en las zonas ocupadas por los paramilitares.


Sin duda se debe rechazar rotundamente el uso del secuestro de las FARC, sus torpezas y brutalidades con los indígenas colombianos, su visión desarrollista para el futuro de Colombia, su apuesta militarista para resolver los problemas de América Latina y Colombia que no ha hecho sino reproducir la lógica violentista que el propio Estado alienta y que ha sumergido a Colombia en más de 40 años de guerra.


Pero las atrocidades de los paramilitares, del terrorismo de Estado que tuvo en su haber una de las posibilidades políticas que era la Unión Patriótica, alternativa político electoral de izquierda, asesinando a más de 3,000 militantes y un par de sus candidatos presidenciales no puede ser olvidado.


La única salida, como lo reconocen los propios parientes de los retenidos -muchos de ellos de militares y policías- es la negociación política. La marcha tan publicitada el día 4, apoyada por Alan García y Rafael Rey en el Perú, no es más que parte de un juego político para contrarrestar el papel del gobierno venezolano y seguir apuntalando un discurso y prácticas que legitiman la violencia que quiere seguir reproduciendo el Estado colombiano.

"Nuestra" prensa (me refiero a la prensa peruana) -¿como no?- no planteó todas las dimensiones del problema ni se ajustó a lo ocurrido, como las marchas del Polo Democrático Alternativo de Izquierda, el rechazo de los familiares de los retenidos a participar de la marcha y de las víctimas de la violencia de Estado en Colombia. Es necesario saber que la verdad tiene caminos difíciles, al igual que el pensamiento crítico, por ello necesitamos propiciar espacios para reflexionar con más profundidad estas problemáticas que cada vez tiene más alcance global. Con Alan el Perú Avanza para el precipicio y nos convierte en un país peón del violentismo oligárquico de Colombia y el guerrerismo gringo.
 

 

   05 Febrero 2008


"Al igual que al Imperio Romano, al imperialismo norteamericano le espera su ocaso"

 

23 junio 2007