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Rendimos aquí homenaje a Mandela, recopilando un conjunto de artículos de la prensa mundial que dan testimonio de su importante legado.
¿Por qué ocultar la verdad sobre el Apartheid? Por: Fidel Castro
OTROS ARTICULOS SOBRE MANDELA 07-12-2013 MANDELA Y FIDEL Atilio A. Boron La muerte de Nelson Mandela ha precipitado una catarata de interpretaciones sobre su vida y su obra, todas las cuales lo presentan como un apóstol del pacifismo y una especie de Madre Teresa de Sudáfrica. Se trata de una imagen esencial y premeditadamente equivocada, que soslaya que luego de la matanza de Sharpeville, en 1960, el Congreso Nacional Africano (CNA) y su líder, precisamente Mandela, adoptan la vía armada y el sabotaje a empresas y proyectos de importancia económica pero sin atentar contra vidas humanas. Mandela recorrió diversos países de África en busca de ayuda económica y militar para sostener esta nueva táctica de lucha. Cayó preso en 1962 y, poco después, se le condenó a cadena perpetua, que lo mantendría relegado en una cárcel de máxima seguridad, en una celda de dos por dos metros, durante 25 años, salvo los dos últimos años en los cuales la formidable presión internacional para lograr su liberación mejoraron las condiciones de su detención. Mandela, por lo tanto, no fue un “adorador de la legalidad burguesa” sino un extraordinario líder político cuya estrategia y tácticas de lucha fueron variando según cambiaban las condiciones bajo las cuales libraba sus batallas. Se dice que fue el hombre que acabó con el odioso “apartheid” sudafricano, lo cual es una verdad a medias. La otra mitad del mérito le corresponde a Fidel y la Revolución Cubana, que con su intervención en la guerra civil de Angola selló la suerte de los racistas al derrotar a las tropas de Zaire (hoy, República Democrática del Congo), del ejército sudafricano y de dos ejércitos mercenarios angoleños organizados, armados y financiados por EEUU a través de la CIA. Gracias a su heroica colaboración, en la cual una vez más se demostró el noble internacionalismo de la Revolución Cubana, se logró mantener la independencia de Angola, sentar las bases para la posterior emancipación de Namibia y disparar el tiro de gracia en contra del “apartheid” sudafricano. Por eso, enterado del resultado de la crucial batalla de Cuito Cuanavale, el 23 de Marzo de 1988, Mandela escribió desde la cárcel que el desenlace de lo que se dio en llamar “la Stalingrado africana” fue “el punto de inflexión para la liberación de nuestro continente, y de mi pueblo, del flagelo del `apartheid`.” La derrota de los racistas y sus mentores estadounidenses asestó un golpe mortal a la ocupación sudafricana de Namibia y precipitó el inicio de las negociaciones con el CNA que, a poco andar, terminarían por demoler al régimen racista sudafricano, obra mancomunada de aquellos dos gigantescos estadistas y revolucionarios. Años más tarde, en la Conferencia de Solidaridad Cubana-Sudafricana de 1995 Mandela diría que “los cubanos vinieron a nuestra región como doctores, maestros, soldados, expertos agrícolas, pero nunca como colonizadores. Compartieron las mismas trincheras en la lucha contra el colonialismo, subdesarrollo y el “apartheid”… Jamás olvidaremos este incomparable ejemplo de desinteresado internacionalismo”. Es un buen recordatorio para quienes ayer y todavía hoy hablan de la “invasión” cubana a Angola. Cuba pagó un precio enorme por este noble acto de solidaridad internacional que, como lo recuerda Mandela, fue el punto de inflexión de la lucha contra el racismo en África. Entre 1975 y 1991 cerca de 450.000 hombres y mujeres de la isla pararon por Angola jugándose en ello su vida. Poco más de 2600 la perdieron luchando para derrotar el régimen racista de Pretoria y sus aliados. La muerte de ese extraordinario líder que fue Nelson Mandela es una excelente ocasión para rendir homenaje a su lucha y, también, al heroísmo internacionalista de Fidel y la Revolución Cubana. 09-12-2013 50 VERDADES SOBRE NELSON MANDELA Salim Lamrani El héroe de la lucha contra el apartheid marcó para siempre la historia de África. En el crepúsculo de su existencia, Nelson Mandela es venerado por todos. No obstante las grandes potencias occidentales se opusieron hasta el último instante a su combate por la emancipación humana y apoyaron al régimen racista de Pretoria. 1. Nacido el 18 de julio de 1918, Nelson Rolihlahla Mandela, apodado Madiba, es el símbolo por excelencia de la resistencia a la opresión y al racismo y de la lucha por la justicia y la emancipación humana. 2. Procedente de una familia de trece hijos, Mandela fue el primero en cursar estudios en una escuela metodista y estudió derecho en la Universidad de Fort Hare, la única que aceptaba entonces a gente de color en el régimen segregacionista del apartheid. 3. En 1944, se adhirió al Congreso Nacional Africano (ANC) y particularmente a su Liga de Juventud de obediencia radical. 4. El apartheid, elaborado en 1948 tras la victoria del Partido Nacional Purificado, instauraba la doctrina de la superioridad de la raza blanca y dividía a la población surafricana en cuatro grupos distintos: los blancos (20%), los indios (3%,) los mestizos (10%) y los negros (67%). Este sistema segregacionista discriminaba a los 4/5 de la población del país. 5. Se crearon *bantustanes*, reservas territoriales destinadas a la gente de color, para hacinar a las poblaciones no blancas. Así, el 80% de la población tenía que vivir en el 13% del territorio nacional, muchas veces desprovisto de recursos naturales o de sector industrial, en la mayor indigencia. 6. En 1951, Mandela se convirtió en el primer abogado negro de Johannesburgo y tomó la dirección del ANC de la provincia del Transvaal un año después. También fue nombrado vicepresidente nacional. 7. A la
cabeza del ANC, lanzó la *defiance campaign* contra el régimen racista
del apartheid y utilizó la desobediencia civil contra las leyes
segregacionistas. Durante la manifestación del 6 de abril de 1952,
fecha del tercer centenario de la colonización de Sudáfrica por los
blancos, Mandela fue arrestado y condenado a un año de prisión. Desde
su arresto domiciliario de Johannesburgo, creó células clandestinas
del ANC. 8. En nombre de la lucha contra el apartheid, Mandela preconizó la alianza entre la ANC y el Partido Comunista Surafricano. Según él, “el ANC no es un partido comunista sino un amplio movimiento de liberación que entre sus miembros incluye a comunistas y a otros que no lo son. Cualquier persona que sea miembro leal del ANC, y que acepte la disciplina y los principios de la organización, tiene el derecho de pertenecer a sus filas. Nuestra relación con el Partido Comunista Sudafricano como organización se basa en el respeto mutuo. Nos unimos con el Partido Comunista Sudafricano en torno a aquellos objetivos que nos son comunes, pero respetamos la independencia de cada uno y su identidad individual. No ha habido intento alguno por parte del Partido Comunista Sudafricano de subvertir al ANC. Por el contrario, derivamos fuerza de esa alianza”. 9. En diciembre de 1956, Mandela fue arrestado y acusado de traición con más de un centenar de militantes antiapartheid. Tras un proceso de cuatro años, los tribunales lo absolvieron. 10. En marzo de 1960, tras la masacre de Sharpeville perpetrada por la policía contra los manifestantes antisegregación que costó la vida a 69 personas, el régimen del apartheid prohibió el ANC. 11. Mandela fundó entonces el Umkhonto we Sizwe (MK) y preconizó la lucha armada contra el régimen racista surafricano. Antes de optar por la doctrina de la violencia legítima y necesaria, Mandela se inspiró de la filosofía de la no violencia de Gandhi: “Aunque nos alzamos en armas, no era nuestra opción preferida. Fue el régimen del apartheid el que nos obligó a tomar las armas. Nuestra opción preferida siempre ha sido la de encontrar una solución pacífica al conflicto del apartheid”. 12. El MK multiplicó entonces los actos de sabotaje contra los símbolos y las instituciones del apartheid, preservando al mismo tiempo las vidas humanas, lanzó con éxito una huelga general y preparó el terreno de la lucha armada con un entrenamiento militar de sus miembros. 13. Durante su estancia en Argelia en 1962 tras la invitación del Presidente Ahmed Ben Bella, Mandela aprovechó la oportunidad para perfeccionar sus conocimientos sobre la guerra de guerrillas. Argel puso a disposición del ANC campos de entrenamiento y apoyo financieramente a los resistentes antiapartheid. Mandela recibió allí una formación militar. Se inspiró profundamente en la guerra de Liberación Nacional del pueblo argelino contra el colonialismo francés. Tras su liberación, Mandela dedicó su primer viaje al exterior a Argelia en mayo de 1990 y rindió tributo y homenaje al pueblo argelino: “Es Argelia la que hizo de mí un hombre. ¡Soy argelino, soy árabe, soy musulmán! Cuando regresé a mi país para enfrentarme al apartheid, me sentí más fuerte”. Recordará que fue “el primer surafricano entrenado militarmente en Argelia”. 14. Mandela estudió minuciosamente los escritos de Mao y de Che Guevara. Se convirtió en un gran admirador del guerrillero cubano-argentino. Tras su liberación, declarará: Las “hazañas revolucionarias [de Che Guevara] —incluso en nuestro continente— fueron de tal magnitud que ningún encargado de censura en la prisión nos las pudo ocultar. La vida del Che es una inspiración para todo ser humano que ame la libertad. Siempre honraremos su memoria”. 15. Cuba fue una de las primeras naciones que brindó su ayuda al ANC. Al respecto, Nelson Mandela subrayará: “¿Dónde hay un país que haya solicitado la ayuda de Cuba y que le haya sido negada? ¿Cuántos países amenazados por el imperialismo o que luchan por su liberación nacional han podido contar con el apoyo de Cuba? Debo decir que cuando quisimos alzarnos en armas nos acercamos a numerosos gobiernos occidentales en busca de ayuda y solo obtuvimos audiencia con ministros de muy bajo rango. Cuando visitamos Cuba fuimos recibidos por los más altos funcionarios, quienes de inmediato nos ofrecieron todo lo que queríamos y necesitábamos. Esa fue nuestra primera experiencia con el internacionalismo de Cuba”. 16. El 5 de agosto de 1962, tras 17 meses de vida clandestina, Mandela fue arrestado y encarcelado en Johannesburgo, gracias a la colaboración de los servicios secretos de Estados Unidos con el régimen de Pretoria. La CIA dio a las fuerzas represivas del apartheid la información necesaria para la captura del líder de la resistencia surafricana. 17. Acusado de ser el organizador de la huelga general de 1961 y de salida ilegal del territorio nacional, fue condenado a cinco años de prisión. 18. En julio de 1963, el régimen procedió al arresto de 11 dirigentes del ANC en Rivonia, cerca de Johannesburgo, sede de la dirección del MK. Todos fueron acusados de traición, sabotaje, conspiración con el Partido comunista y complot destinado a derrocar al gobierno. Mientras estaba en prisión, Mandela fue acusado de los mismos cargos. 19. El 9 de octubre de 1963 empezó el famoso juicio de Rivonia ante la Corte Suprema de Pretoria. El 20 de abril de 1964, frente al juez afrikáner Quartus de Wet, Mandela desarrolló su vibrante alegato y subrayó que frente al fracaso de la desobediencia civil como método de combate para conseguir la libertad, la igualdad y la justicia, frente a las masacres de Sharpeville y a la prohibición de su organización, el ANC no tuvo más remedio que recurrir a la lucha armada para resistir a la opresión. 20. El 12 de junio de 1964, Mandela y sus compañeros fueron declarados culpables de sedición y condenados a cadena perpetua. 21. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas denunció el juicio político de Rivonia. En agosto de 1963, condenó el régimen del apartheid y llamó a las naciones del mundo a suspender sus suministros de armas a Sudáfrica. 22. Las grandes naciones occidentales como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, lejos de respetar la Resolución del Consejo de Seguridad, apoyaron al régimen racista surafricano y multiplicaron los suministros de armas. 23. Desde De Gaulle hasta el gobierno de Giscard, Francia fue un fiel aliado del poder racista de Pretoria y se negó sistemáticamente a brindar su apoyo al ANC en su lucha por la igualdad y la justicia 24. París, que nunca dejó de suministrar material militar a Pretoria, incluso proveyó a Sudáfrica de su primera central nuclear en 1976. Bajo los gobiernos de De Gaulle y de Pompidou, Sudáfrica era el tercer cliente de Francia en materia de armamento. 25. En 1975, el Centro Francés del Comercio Exterior (CFCE) señaló que “Francia está considerada el único verdadero apoyo de Sudáfrica entre los grandes países occidentales. No sólo suministra al país lo esencial de los armamentos necesarios para su defensa, sino que además se ha mostrado benevolente, más incluso, un aliado, en los debates y los votos de las organizaciones internacionales”. 26. Encarcelado en Robben Island, con el número 466/64, Mandela vivió allí 18 años de su existencia en condiciones de una extrema dureza. No podía recibir más de dos cartas y dos visitas al año y estuvo separado de su esposa Winnie –que no tenía permiso para visitarlo– durante 15 años. Fue condenado a los trabajos forzados, lo que afectó seriamente su salud, sin lograr jamás quebrar su fuerza moral. Impartía cursos de política, literatura y poesía a sus camaradas de fortuna y llamaba a la resistencia. A Mandela le gustaba recitar el poema *Invictus* de William Ernest Henley: “It matters not how strait the gate/How charged with punishments the scroll./I am the master of my fate:/I am the captain of my soul”. 27. El 6 de diciembre de 1971, la Asamblea General de las Naciones Unidas calificó el apartheid de crimen contra la humanidad y exigió la liberación de Nelson Mandela. 28. En 1976, el gobierno surafricano propuso a Mandela la liberación a cambio de que renunciase a su lucha. Madiba rechazó firmemente la propuesta del régimen segregacionista. 29. En noviembre de 1976, tras las revueltas de Soweto y la sangrienta represión que desató el régimen de apartheid, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso un embargo sobre las armas con destino a Sudáfrica. 30. En 1982, Mandela fue transferido a la prisión de Pollsmoor, cerca de Cap. 31. En 1985, Pieter Willen Botha, presidente de facto de la nación, propuso liberar a Mandela si se comprometía a cambio a renunciar a la lucha armada. El líder de la lucha antiapartheid rechazó la propuesta y exigió la democracia para todos: “un hombre, un voto”. 32. Frente al recrudecimiento de las operaciones de guerrilla del MK, el régimen segregacionista creó escuadrones de la muerte con el fin de eliminar a los militantes del ANC en Sudáfrica y en el extranjero. El caso más famoso es el de Dulcie September, asesinada en París el 29 de marzo de 1988. 33. La movilización internacional a favor de Nelson Mandela culminó con un concierto en Wembley en junio de 1988 en homenaje a los 70 años del resistente surafricano, que fue seguido por 500 millones de personas en televisión. 34. El elemento decisivo que puso fin al apartheid fue la estrepitosa derrota militar que las tropas cubanas infligieron al ejército surafricano en Cuito Cuanavale en el sureste de Angola en enero de 1988. Fidel Castro envió a sus mejores soldados a Angola tras la invasión del país por el régimen de Pretoria apoyado por Estados Unidos. La victoria de Cuito Cuanavale también permitió a Namibia, hasta entonces ocupada por Sudáfrica, conseguir su independencia. 35. En un artículo titulado “Cuito Cuanavale: batalla que terminó con el apartheid”, el historiador Piero Gleijeses, profesor de la Universidad Johns Hopkins de Washington, especialista de la política africana de Cuba, apunta que “la proeza de los cubanos en el campo de batalla y su virtuosismo en la mesa de negociaciones fueron decisivos para obligar a Sudáfrica a aceptar la independencia de Namibia. Su exitosa defensa de Cuito fue el preludio de una campaña que obligó a la SADF [ejército sudafricano] a salir de Angola. Esta victoria repercutió más allá de Namibia”. 36. Nelson Mandela, durante su visita histórica a Cuba en julio de 1991, recordó aquel episodio: “La presencia de ustedes y el refuerzo enviado para la batalla de Cuito Cuanavale tienen una importancia verdaderamente histórica. ¡La aplastante derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale constituyó una victoria para toda África! ¡Esa contundente derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale dio la posibilidad a Angola de disfrutar de la paz y consolidar su propia soberanía! ¡La derrota del ejército racista permitió al pueblo combatiente de Namibia alcanzar finalmente su independencia! ¡La decisiva derrota de las fuerzas agresoras del apartheid destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco! ¡La derrota del ejército del apartheid sirvió de inspiración al pueblo combatiente de Sudáfrica! ¡Sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no habrían sido legalizadas! ¡La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar aquí con ustedes! ¡Cuito Cuanavale marca un hito en la historia de la lucha por la liberación del África austral! ¡Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid! La decisiva derrota infligida en Cuito Cuanavale alteró la correlación de fuerzas en la región y redujo considerablemente la capacidad del régimen de Pretoria de desestabilizar a sus vecinos. Este hecho, conjuntamente con la lucha de nuestro pueblo dentro del país, fue crucial para hacer entender a Pretoria que tenía que sentarse a la mesa de negociaciones”. 37. El 2 de febrero de 1990, el régimen segregacionista, moribundo tras la derrota de Cuito Cuanavale, se vio obligado a legalizar el ANC y aceptar negociaciones. 38. El 11 de febrero de 1990, Nelson Mandela finalmente fue libre tras 27 años de cárcel. 39. En junio de 1990, se abolieron las últimas leyes segregacionistas tras la presión que imponen Nelson Mandela, el ANC y el pueblo. 40. Elegido Presidente del ANC en julio de 1991, Mandela recordó los objetivos: “En el ANC siempre estaremos al lado de los pobres y sin derechos. No solamente estaremos junto a ellos. Vamos a asegurarnos de que más temprano que tarde los pobres y sin derechos rijan la tierra en la que nacieron y que —como expresa la Carta de la Libertad— sea el pueblo el que gobierne”. 41. Fuertemente criticado por su alianza con el Partido Comunista Surafricano por las potencias occidentales que seguían apoyando al régimen del apartheid durante el proceso de paz, Mandela replicó de modo contundente: “No tenemos la más mínima intención de hacer caso a los que nos sugieren y aconsejan que rompamos esa alianza [con el Partido Comunista]. ¿Quiénes son los que ofrecen estos consejos no solicitados? Provienen mayormente de los que nunca nos han dado ninguna ayuda. Ninguno de esos consejeros ha hecho jamás los sacrificios que han hecho los comunistas por nuestra lucha. Esa alianza nos ha fortalecido y la haremos aún más estrecha”. 42. En 1991, Mandela condenó el persistente apoyo de Estados Unidos al régimen del apartheid: “Estamos hondamente preocupados por la actitud que la administración Bush ha adoptado con respecto a este asunto. Ese fue uno de los pocos gobiernos que estuvo en contacto habitual con nosotros para examinar la cuestión de las sanciones y le hicimos ver claramente que eliminar las sanciones sería prematuro. Sin embargo esa administración, sin siquiera consultarnos, sencillamente nos informó de que las sanciones estadounidenses se iban a anular. Consideramos que eso es totalmente inaceptable”. 43. En 1993, Mandela recibió el Premio Nobel de la Paz por su obra a favor de la reconciliación nacional. 44. Durante el primer escrutinio democrático de la historia de Sudáfrica, el 27 de abril de 1994, Nelson Mandela, de 77 años, fue elegido Presidente de la República con más del 60% de los votos y gobernó hasta 1999. 45. El 1 de diciembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó por unanimidad de sus 192 miembros una resolución que decreta el 18 de julio Día Internacional Nelson Mandela, en homenaje a la lucha del héroe surafricano contra todas las injusticias. 46. Si hoy día Mandela es saludado por todos, desde hace décadas, las potencias occidentales lo consideraron un hombre peligroso y lo combatieron apoyando el régimen del apartheid. 47. Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña fueron los principales aliados del régimen del apartheid, al que apoyaron hasta el último momento. 48. Si Estados Unidos venera hoy día a Nelson Mandela, de Clinton a Bush pasando por Obama, conviene recordar que lo mantuvo en la lista de miembros de organizaciones terroristas hasta el 1 de enero de 2008. 49. Nelson Mandela recordó varias veces los lazos inquebrantables que ataban a Sudáfrica a Cuba: “Desde sus días iníciales, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para todos los pueblos amantes de la libertad. El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan. Es mucho lo que podemos aprender de su experiencia. De modo particular nos conmueve la afirmación del vínculo histórico con el continente africano y sus pueblos. Su invariable compromiso con la erradicación sistemática del racismo no tiene paralelo. Somos conscientes de la gran deuda que hay con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de mayor desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con África?” 50. Thenjiwe Mtintso, embajadora de Sudáfrica en Cuba, recordó la verdad histórica a propósito del compromiso de Cuba en África: “Hoy Sudáfrica tiene muchos amigos nuevos. Ayer estos amigos se referían a nuestros líderes y a nuestros combatientes como terroristas y nos acosaban desde sus países a la vez que apoyaban a la Sudáfrica del apartheid. Esos mismos amigos hoy quieren que nosotros denunciemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple, es la sangre de los mártires cubanos y no de estos amigos la que corre profundamente por la tierra africana y nutre el árbol de la libertad en nuestra Patria”. 09-12-2013 Entrevista al activista de Soweto Trevor Ngwane "AUNQUE
MANDELA AYUDÓ A CONSTRUIR 'LA NUEVA SUDÁFRICA, Amy Goodman y Juan González Nada más anunciarse la muerte de Mandela los residentes de Soweto empezaron a llorar su muerte ante su antigua casa. Acudimos a Sudáfrica para hablar con el activista de Soweto Trevor Ngwane, que reflexiona acerca del legado histórico de Mandela, pero también habla de algunos de los fallos de la nueva Sudáfrica. Para muchos sudafricanos, la lucha por la justicia social y económica no ha terminado. Lo que sigue es una transcripción literal de la entrevista*: AMY GOODMAN: Volvemos a Sudáfrica, a encontrarnos con Trevor Ngwane. El año pasado, cuando estuvimos en Durban y después en Johannesburgo, Trevor nos llevó a Soweto y a la casa de Nelson Mandela. Trevor Ngwane es un conocido activista de Soweto que participó en la lucha contra el apartheid. Trevor, estás ante la casa de Nelson Mandela, ¿puedes hablarnos de la reacción en Sudáfrica ante la muerte de este icono mundial? TREVOR NGWANE: Hay una gran conmoción y tristeza tanto entre las personas ordinarias como en todo el espectro político de Sudáfrica, ya que todo el mundo lo quería, ricos y pobres, blancos y negros, jóvenes y viejos. Mandela significa lo mejor de nuestra nación, lo mejor de la humanidad, así que todo el mundo está conmocionado y triste. Y en cierto modo la vida se está ralentizando con el fin de tomarse tiempo para afrontar adecuadamente este shock. AMY GOODMAN: ¿Puede hablarnos de la reacción en Soweto en este momento y del significado de Soweto como punto de partida de la lucha contra el apartheid? TREVOR NGWANE: A la antigua casa de Mandela está acudiendo muchísima gente, que canta y baila la danzatoyi-toyi*, y recuerda a su héroe, la persona que dirigió la lucha contra el apartheid, la que los llevó a la victoria y a la liberación. Mandela era un visionario. Simbolizó la esperanza de que era posible una sociedad justa e igualitaria. Y de hecho fue el artífice de lo que ahora podemos llamar la nueva Sudáfrica. Fue tanto el padre como la comadrona de esta nueva sociedad. Por lo tanto, gran parte de lo mejor de Sudáfrica, de lo que Sudáfrica tiene de bueno, está asociado al nombre de Nelson Mandela. Hay que recordar que en su juventud vivió en Orlando West, en Soweto. Se ocupó de los problemas cotidianos de la gente. Mandela y el difunto Oliver Tambo, el otro dirigente del Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), llevaban un despacho de abogados al que acudían en buscan de ayuda muchas personas ordinarias, acosadas y agobiadas por el apartheid. Y después, en la década de 1950, se convirtió en el líder del ANC. Cuando se prohibió el ANC y el régimen del apartheid utilizó la fuerza en contra del pueblo, especialmente en Sharpeville, Mandela tuvo el valor y la visión de tomar las armas. Creo que era un hombre complejo en cierto modo, […] porque la mayoría de la gente lo describiría como un hombre de paz, pero supo cuándo tomar las armas. Era un líder fuerte, pero podía ser delicado. Era un hombre de organización, pero a veces podía romper la disciplina de la organización e ir más allá de su propio ANC. Fue un hombre negro que sufrió bajo el apartheid y el racismo. Luchó por lograr acabar con el racismo. Era un idealista (ya sabe, la visión de una Sudáfrica feliz, no racista y próspera), pero al mismo tiempo también era realista porque era capaz (como sabe, a muchos de nosotros no nos gusta este aspecto) de comprometerse en cierto modo y hacer tratos con el gran capital. Hoy esto se presenta como reconciliación, pero Mandela sabía que reconciliación significaba que la vasta cantidad de riqueza, las minas, las fábricas, permanecería en manos de blancos, en las manos del capital. Era, por lo tanto, un hombre complejo y supongo que esto marca y define su grandeza. JUAN GONZÁLEZ: En su discurso de toma de posesión Nelson Mandela habló no solo de hacer realidad la promesa de una sociedad multirracial y democrática, sino también una sociedad justa económicamente. Puesto que solo estuvo un mandato en el poder y han pasado 14 años desde que dejó el poder, me pregunto cómo es hoy Soweto, los progresos (o la falta de progresos) realizados para hacer realidad la promesa de la revolución. TREVOR NGWANE: Ha habido algunos progresos (ya sabe, asfaltar las calles, construir algunas instalaciones de las comunidades). Pero en general, como decimos en Sudáfrica, los ricos se están volviendo más ricos y los pobres más pobres. Ahora bien, Mandela fue capaz de llevar a Sudáfrica desde un sistema de violencia y apartheid al orden democrático (una persona, un voto). Lo consiguió por medio de un acuerdo global, un compromiso, con el que logró atraer a los negros y a los blancos, rico y pobres. Pero yo diría que hoy este acuerdo se está viniendo abajo; por ejemplo, hace aproximadamente un año, todo el mundo quedó impactado cuando en Marikana el gobierno del ANC envió a la policía a disparar contra los mineros en huelga. Hoy en Sudáfrica hay muchas protestas en las comunidades, que se levantan exigiendo agua, electricidad, viviendas y que al cabo de 20 años de democracia todavía no han beneficiado de esos servicios. Por otro lado, si nos fijamos en el ANC, el partido de Mandela y al que siempre permaneció fiel, se está desmoronando. La alianza histórica ANC-Partido Comunista-Congreso de Sindicatos Sudafricanos (COSATU, por sus siglas en inglés) hoy está sometida a una gran presión y tensión AMY GOODMAN: Muchas gracias por estar con nosotros, Trevor Ngwane. Tenemos algunos problemas de transmisión desde Soweto. Este es el enlace de nuestra visita a Soweto hace dos años al dejar Durban: http://www.democracynow.org/2013/7/18/on_his_95th_birthday_the_story. Pero ahora quiero citar las palabras de Nelson Mandela en 1990, cuando acababa de salir de la cárcel. Vino a Estados Unidos y habló en la Asamblea General de la ONU: “El hecho de que haya existido el crimen del apartheid será siempre una lacra indeleble en la historia de la humanidad. El hecho de que tardáramos tanto tiempo en alzarnos y decir basta será siempre una acusación y un desafío para todos los hombres y mujeres de conciencia. La fecha de la desaparición del régimen de la minoría blanca ya se ha determinado, acordado y establecido. Dentro de siete meses, el 27 de abril de 1994, todas las personas de Sudáfrica, sin discriminación alguna debida al género, la raza, el color o la creencia, acudirán al histórico acto de elegir al gobierno que deseen”. 09-12-2013 MANDELA, CUBA Y EL FINAL DE APARTHEID Marc Vandepitte “Si se quiere tener un ejemplo de un hombre absolutamente íntegro, ese hombre, ese ejemplo, es Mandela. Si se quiere tener un ejemplo de un hombre inconmoviblemente firme, valiente, heroico, sereno, inteligente, capaz, ese ejemplo y ese hombre es Mandela”. Fidel, 26 de julio de 1991. El hombre que liberó a Sudáfrica del apartheid nos ha dejado. No se sobrestima la importancia que tuvo para Sudáfrica. Pero, ¿conocen el papel crucial que desempeñó Cuba para acabar con el apartheid y para liberar a Mandela ? Es poco
conocido y, sin embargo, Cuba desempeñó un papel determinante en la
abolición del apartheid. Desde la década de 1970 hasta la de
1990 la minúscula Cuba resultó ser un contrapeso esencial de la
superpotencia estadounidense. “Sin el internacionalismo la revolución cubana no existiría”, afirmó Fidel Castro en uno de sus muchos discursos. Es una verdad. Durante la Guerra Fría Cuba no dudó en emprender misiones militares peligrosas para ayudar a luchar contra el imperialismo de Estados Unidos. A petición de países hermanos se llevaron a cabo expediciones internacionales en Vietnam, Siria, Argelia, Ghana, Congo (Brazzaville), Zaire, Guinea Ecuatorial, Zimbabwe, Etiopia, Somalia, Eritrea, Yemen del Sur, Tanzania, Angola, Namibia y Guinea Bissau. Cuba apoyaba, además, a los diferentes movimientos de guerrilla en América Latina. Cuba emprendía estas acciones sin obtener el menor beneficio. La mayoría de ellas incluso se emprendieron en contra de la voluntad de la Unión Soviética, su protector y principal socio comercial. La más importante fue sin duda alguna la misión en Angola. Y esta misión es la que nos lleva a Mandela y al final del apartheid. La historia empieza con la independencia de Angola en 1975. En el mes de octubre de ese mismo año, un mes antes de la proclamación de la independencia, el ejército sudafricano había invadido el país con el objetivo de echar al MPLA (el movimiento de liberación marxista que logra la independencia) ya que un régimen marxista en Angola podía poner en peligro su control de Namibia. Es dudoso que el MPLA aguante sin apoyo y que Sudáfrica logre controlar Angola. La Unión Soviética es muy reticente y por ello el movimiento de liberación de Angola MPLA se dirige a Cuba para pedir ayuda militar. Cuba envía 36.000 soldados y logra detener el avance de Sudáfrica. En marzo de 1976 el ejército del apartheid se retira. El asunto no está completamente solucionado. En 1977 estalla una rebelión en el seno del MPLA. Nito Alves, un amigo fiel de Moscú, organiza un golpe contra el dirigente Agostinho Neto, golpe que solo se puede desbaratar gracias a los soldados cubanos que luchan al lado de los combatientes leales del MPLA. En la década de 1980 Cuba vuelve a entrar en acción. Sudáfrica se da cuenta de que la Unión Soviética está debilitada y prepara una ofensiva en el sur de Angola. En noviembre 1987 pasa al ataque junto con el ejército rebelde UNITA, al que apoya la CIA. A petición del gobierno angoleño, Cuba envía inmediatamente 50.000 soldados. Al cabo de unas semanas de intensos combates el ejército sudafricano es derrotado en Cuito-Cuanavale. El ejército del apartheid se retira primero de Angola y después de Namibia. Esta desbandada no solo representa una derrota militar sino también un golpe moral. Finalmente provoca la abolición del apartheid al tiempo que contribuye a la liberación de Zimbabwe. En total 400.000 cubanos habrá combatido en Angola en diferentes misiones y más de 2.000 de ellos perdieron su vida. Después de ser puesto en libertad, Mandela, un testigo privilegiado, evalúa la participación cubana de la siguiente manera: "Hemos venido aquí con gran humildad. Hemos venido aquí con gran emoción. Hemos venido aquí conscientes de la gran deuda que hay con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de mayor desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con África?¿Cuántos países del mundo se benefician de la obra de los trabajadores de la salud y los educadores cubanos? ¿Cuántos de ellos se encuentran en África?¿Dónde está el país que haya solicitado la ayuda de Cuba y que le haya sido negada?¿Cuántos países amenazados por el imperialismo o que luchan por su liberación nacional han podido contar con el apoyo de Cuba? Yo me encontraba en prisión cuando por primera vez me enteré de la ayuda masiva que las fuerzas internacionalistas cubanas le estaban dando al pueblo de Angola, en una escala tal que nos era difícil creerlo [...] Nosotros en África estamos acostumbrados a ser víctimas de otros países que quieren desgajar nuestro territorio o subvertir nuestra soberanía. En la historia de África no existe otro caso de un pueblo que se haya alzado en defensa de uno de nosotros. [...] ¡La aplastante derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale constituyó una victoria para toda África! [...] ¡Sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no hubieran sido legalizadas! ¡La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar aquí con ustedes!¡Cuito Cuanavale marca un hito en la historia de la lucha por la liberación del África austral! ¡Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid! La decisiva derrota de Cuito Cuanavale modificó las relaciones de fuerza en la región y redujo considerablemente la capacidad del régimen de Pretoria para desestabilizar a los países vecinos” i . Cuba fue el primer país que Mandela visitó después de su liberación. Al terminar la Guerra Fría, Cuba ya no envió soldados sino profesores y, sobre todo, médicos. Actualmente 30.000 médicos trabajan en más de 90 países y 50.000 médicos venidos de 82 países estudian gratuitamente en Cuba (en Bélgica, con una población de las mismas dimensiones, trabajan en total 47.000 médicos). En los últimos cinco años Cuba ha curado a dos millones de ciegos. No en vano Ignacio Ramonet, ex redactor jefe deLe Monde diplomatique, califica a Cuba de superpotencia médica.
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FUENTE: CUBA
DEBATE
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