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La conjura de los Medios

 

 

Por Alexandro Saco

  
La ofensiva de algunos medios de comunicación y de los intereses económicos evidencia que cualquiera que pretenda poner en riesgo el statu quo de una u otra manera será demolido. Ayer Daniel Abugattás, el vocero de Humala, llevó a Cuarto Poder el video en el que se contrastan y contradicen los testimonios editados a gusto de Delgado Parker. Tola y Carreño, cumpliendo las directivas, ni se tomaron el trabajo de pasar unos cuantos minutos de algo que evidentemente es una noticia. Es que a eso estamos llegando. En algunos casos no es cuestión de decirle al periodista que diga o deje de decir tal cosa, sino de colocar a quienes piensan de determinada forma al frente de las pantallas. Es claro que luego de Hildebrant no habrá un conductor periodístico televisivo que pueda decirle sus verdades a los que pueden evitar que estas se ventilen. Hoy en el Perú no hay medio televisivo que coloqué en horario estelar un programa con una opinión en contra del consenso TLC, chorreo, competitividad y sabe Dios que más eufemismos. Adiós debates que traten asuntos clave como la integración sudamericana, el gas, el agua (a no ser que aparezca un vocero de la privatización por la privatización), la política frente a la hoja de coca, la COVEMAR, las excesivas ganancias de los bancos o AFPs, etc.

La agenda está impuesta, y pocas son las ventanas en las que una confrontación de ideas se puede dar. Los mismos medios y periodistas que reclamaron cinco años la discusión de temas trascendentes para el país, son los que inundan los quioscos la TV y la radio de escándalo. Sino es Toledo será Humala y así al infinito. Es evidente que las denuncias deben ser aclaradas y los sindicados responder por ellas,
pero lo que sucede es que ya perdimos de vista el fondo del asunto: Que nuestro país se halla al borde de un problema mayor, que las elecciones dan la sensación de escape, pero que eso no se solucionará como apuestan ahora con la elección de Lourdes.

Abugatas ha dicho algo coherente. Que si en realidad las encuestas que dan 40% a Lourdes y 18% a Humala fueran acertadas, pues hace rato que la campaña de demolición hubiera terminado. Así como en Bolivia Evo tenía entre 30 y 33% de las preferencias según las encuestas y terminó con 54%, y en Palestina Hamas no pasaba el 23% y ganó por mayoría absoluta, no sería extraño que termine sucediendo algo análogo. Y es que así borremos del mapa a Humala o lo terminen encarcelando si es que se demuestran las denuncias, aparecerá otro que levante el discurso. Ese discurso tendrá acogida porque el 63% de la población latinoamericana descree del modelo planteado, desconfía de sus políticos, de sus instituciones y hasta de sus medios de comunicación.

Una vez más, como en vísperas del Informe final de la CVR resucitado hoy por los que lo denostaron, la hojarasca nos envuelve y ningún candidato puede colocar una agenda que vaya contra los Delgados, los
Romeros, las Confieps o los Ivcher. Es patético ver a los que tiraron al tacho de basura el informe de la CVR como ahora recurren a los organismo de DDHH. Es asombroso como el canal de Delgado hoy se preocupa de los abusos a los DDHH. Pero no sorprende para nada ver a periodistas que editan según las directivas de Panorama el material que recopilan en la selva y a otros que ante una primicia hablan de corroborar las fuentes cuando sabemos las patinadas de Cuarto Poder.

Hoy RPP abrió sus líneas para recibir las impresiones de la gente acerca de las denuncias sobre Humala. Cinco llamadas fueron contra de Humala, cinco a favor y tres ni a favor ni en contra. Los que están en
contra de Humala y exigen investigación tienen todo el derecho y razones para estarlo. Pero lo que no se puede aceptar por ejemplo es la escasa cobertura que se le está dando a los pobladores de la zona
de emergencia en que estuvo Humala y que se encuentran en Lima.

En CPN estuvieron hoy. Uno de ellos contó que uno los soldados al mando de Humala le pidió el reloj prestado para no devolvérselo. Este hombre fue donde Humala para denunciar el acto. Humala hizo formar a todos sus soldados frente al hombre. El hombre señaló al que se había quedado con su reloj, el soldado lo negó. Humala le ordenó que tenía cinco minutos para devolver el reloj, y así fue. Quién va a darle a este testimonio un horario estelar o una primera plana como lo merece: El reportaje vetado de Hildebrant. Así Hume y Valenzuela se llenen la boca diciendo que esas cosas no suceden, el reportaje habría sido el motivo de la salida del periodista. Los entrevistados en CPN dijeron más cosas que se deberían oír sobre Humala y denunciaron la manipulación de los enviados de Panorama.

Los censores ya no necesitan un tirano de derecha para matar rebeldes, ahora las cosas son más sencillas: publicidad, medios, satanización, manipulación de la información, nulo espacio para la réplica. Pero ya lo ha dicho Alberto Adrianzén ayer en Rueda de Prensa, el bumeran puede regresar, esta vez convertido en una fuerza en contra de lo que ya se percibe con evidente claridad: La alianza de los poderes económicos y algunos de los medios de comunicación más importantes del país, no para sacar a Humala del medio, que eso es lo de menos, sino para que el pensamiento único se consolide: Fredemo recargado.
Alexandro Saco
6 febrero 2006