EDITORIAL
Por tratarse de un artículo periodístico de
suma actualidad, reproducimos el aporte del analista Isaac Biggio,
acerca del giro que ha tomado la relación entre el Presidente de la
República Pedro Castillo y el líder del partido Perú Libre
Vladimir Cerrón que lo lanzó como candidato presidencial y hoy le da
públicamente la espalda. Biggio pone de manifiesto, la ausencia de
autocrítica de quien promovió al profesor Castillo, ocultando
irresponsablemente al electorado, la poca preparación de su candidato, que
alcanzó a la presidencia del país.
CERRÓN
VS CASTILLO
Escribe:
Isaac Biggio
PL pide la
renuncia de Castillo. Nunca antes el partido que ganó las 2 rondas
presidenciales se ha quedado sin nadie en la dupla presidencial y sin el 60% de
sus congresistas.
PL se
independiza de Castillo, en un momento tan difícil para él. Aprovechará su nuevo
status para negociar con el Gobierno y con la mayoría derechista del Congreso
mejores cuotas. Previamente, PL ha propuesto acortar el quinquenio de Castillo
para que se adelantes elecciones generales. Así, PL quiere sacar ventaja de ser
uno de los 2 movimientos de izquierda inscritos y que va a denunciar a Castillo
por no haber cumplido con sus promesas.
PL sostiene que
Castillo no concuerda con el ideario y el programa partidarios. La verdad es que
él nunca ha hecho eso, pues jamás se ha definido como “socialista”,
“revolucionario”, “antiimperialista” o “antioligárquico” y menos como
“marxista-leninista-mariateguista”.
PL acusa a
Castillo de preservar el neoliberalismo. Empero, debiera hacer alguna clase de
autocrítica. El primer Premier de este Gobierno fuel el perulibrista Guido
Bellido, quien mantuvo la economía monetarista, a los directivos
neoliberales del BCR y SBS, y quien aplicó todas las recetas del FMI. Bellido
congeló el salario mínimo en el mismo bajo nivel del 2017 (S/ 930 mensuales), no
hizo ninguna nacionalización o redistribución de tierras, continuó teniendo a 10
bases militares de EEUU en el país, renovó el acuerdo comercial-militar USAID y
se alineó con la OEA. SI bien PL busca aparecer como radical, también ha hecho
alianza con el fujimorismo (como contra SUNEDU, elegir al actual TC, etc.).
PL, pese a
reclamarse marxista, no busca insertarse en el movimiento obrero ni tener
prensa. NO participó en las marchas contra las leyes anti laborales que proponía
Alva, en las del primero de mayo o en las de los paros nacionales. Tampoco ha
querido conformar la Asamblea Nacional de los Pueblos.
Fuente: Diario UNO
Julio 01, 2022