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EDITORIAL

 

 

 

 

La impunidad siempre alimenta mayor corrupción

 

 

 

 

El no juzgamiento de personajes corruptos como la hija del dictador Fujimmori, 

es un pésimo ejemplo de inmoralidad para nuestra juventud.

 

El año 2022 sigue dilatándose el enjuiciamiento de la señora Keiko Fujimori, a pesar de las abundantes pruebas de liderar una organización corrupta, financiada por conocidos poderes económicos. Sigue gozando de libertad, gracias a sus partidarios en los altos niveles del Poder Judicial peruano. Ha sido encarcelada más de una vez y liberada por presión de sus operadores mediáticos.

Las conclusiones de la Fiscalía conducida eficazmente por el Dr. Domingo Pérez han sido sistemáticamente evadidas a la población por la gran prensa de alquiler, hija vergonzante del reo Fujimori. Por el contrario. estos medios dan amplia audiencia a los personajes que se beneficiaron de los gobiernos anteriores. El poder mediático nos dice qué debemos ver y qué no les conviene que sepamos.

 

Los expertos en analizar la corrupción en el Perú concluyen que este mal prospera porque es exitoso, es decir, rinde réditos económicos y políticos, con solo controlar a los jueces, mover sus influencias en el PJ, en los organismos públicos y la prensa.

Sin embargo, encontramos otra raíz tan o más importante: esta sociedad, levantada en base al individualismo y la búsqueda implacable de la ganancia (bien o mal habida) es el campo de cultivo propicio, en el que florecen sus productos sociales: recorte de derechos laborales, monopolio de los alimentos básicos, de enriquecimiento en medio de la crisis, gracias a las grandes empresas, las coimas, negocios turbios, narcotráfico y organizaciones para delinquir con fachada de "partidos", etc. Su contraparte indispensable: son jueces vendidos o "disciplinados partidarios" de la mafia en que se mueven las élites. Son 200 años de una república que no llega a constituirse en nación. 

Las luchas gremiales y protestas estudiantiles nos indican que el camino de la movilización es la mejor salida digna frente al neoliberalismo, sus partidos nuevos y viejos y el poder mediático que destroza honras a los que se le oponen. 

 

Mientras, los gobiernos anteriores fracasados pugnan por volver a gozar del poder, el gobierno de Pedro Castillo no tiene rumbo definido; es un barco a la deriva al vaivén de las presiones de la derecha rancia, que es la que realmente controla la situación y prepara su recambio antes del 2023. El cerco establecido alrededor del Gobierno asegura su retroceso y sigue cautivo del peor Congreso de la historia republicana.

 

Una nueva sociedad peruana solidaria y democrática aún sigue esperando...La calle deberá indicar la salida.

Por ahora, como decía un conocido locutor deportivo: "no pasa nada..."

 

junio 2022

     

"Los cabecillas de la corrupción, deben ir la cárcel !!"